HISTORIA Y EVOLUCIÓN TARJETA DE USB

Conoces la historia de las memorias usb?

Conoces la historia de las memorias usb?


El USB o Puerto Serie Universal (en inglés Universal Serial Bus) es un protocolo usado para conectar periféricos a un ordenador. Básicamente se trata de un puerto estandarizado para que este pueda ser usado por varios tipos de elementos de Hardware. Alguno de los elementos más modernos que se usan en los puertos usb, son las cámaras digitales, impresoras, escáneres, memorias usb, teléfonos móviles, IPods y otros reproductores de música mp3. La primera tecnología de USB que se conoce empezó su desarrollo en 1994, co-inventado por Ajay Bhatt de Intel y la organización USB-IF (USB Implementers Forum Inc.). Esta organización está formada por los líderes de la industria de las tecnologías de la información como Intel, Microsoft, Apple y Hewlett-Packard.
Antes de que existiera el puerto USB, los ordenadores usaron puertos serie y paralelos para conectar los dispositivos en los ordenadores y así transferir la información. Puertos individuales fueron usados con periféricos como teclados, ratones e impresoras. Todos recordamos los puertos redondeados de varios colores donde teníamos que conectar el teclado y el ratón para que funcionase correctamente en un ordenador de sobremesa. Los puertos paralelos eran capaces de transferir datos a una velocidad aproximada de 100 kilobytes por segundo, y donde los puertos series podían tener velocidades de transmisión de 155 a 450 kilobits por segundo. En algunos casos los puertos diferentes no podían funcionar a la vez, con el consecuente retraso de transmisión de datos.
El alto nivel de incompatibilidades y el intento de usar interfaces muy diferentes para cada uno de los dispositivos a conectar en el ordenador hizo que se crease la necesidad de una tecnología como la del USB, que pudiese coger la mayoría de los puertos que existiera y reducirlo en uno solo. La interacción inmediata del dispositivo con el ordenador sin la necesidad de que se tuviese que reiniciar el ordenador era una ventaja añadida a la eficiencia de la tecnología USB. Con lo que, un simple puerto USB podía manejar (el solo) 127 diferentes tipos de dispositivos diferentes, sin mostrar ningún tipo de incompatibilidad entre ellos.
El USB 1.0 se lanzó a finales de 1995 y era capaz de transferir datos a una velocidad de 12 Megabits por segundo. Y una revisión de este estándar, el USB 1.1, no solo transfería información a una velocidad de 12 Megabits por segundo, sino que también podría funcionar a una velocidad más baja de 1.5 Megabits por segundo para dispositivos con un ancho de banda menor. Esto hacia que la versión de USB 1.1 fuese mucho más eficiente y fue usado mucho más que su predecesor.
En 1998, el iMac G3 fue el primer ordenador personal que discontinuó los puertos serie y paralelos en favor del puerto USB. Esta implementación facilito la rápida expansión de dispositivos con conexión USB, en lugar de los que tenían los puertos tradicionales. La combinación de una facilidad de uso, capacidad de carga propia y las especificaciones técnicas ofrecidas por el USB ayudaron a este puerto a ganar la batalla frente a los puertos clásicos.
Con una velocidad de transmisión de datos cuarenta veces superior a los 480 Megabits, el USB 2.0 fue lanzado en el año 2000 y se convirtió en el estándar oficial el año siguiente. Además de su transferencia de datos de alta velocidad, el puerto USB 2.0 era capaz de operar a dos velocidades menores. A 12 megabits pro segundo (como su antecesor, el USB 1.1.) y a 1.5 Megabits por segundo (para ser usado en periféricos como el ratón que requiere mucho menos ancho de banda para funcionar). Un puerto USB 2.0 se podría comunicar perfectamente con dispositivos con conexión USB 1.1, sin embargo un puerto USB 1.1 no se podía comunicar de forma correcta con un dispositivo que tuviese una conexión 2.0.
La conexión USB 2.0 ofrece también la funcionalidad de ser “plug and play” para la mayoría de periféricos y dispositivos de almacenamiento. Esta nueva versión de protocolo también ofrecía nuevas características que no se ofrecían en las anteriores versiones.
En el año 2000 también se lanzaron las memorias USB (o Pendrives como se conocen vulgarmente) – un dispositivo de almacenamiento regrabable “Plug and Play” que inicialmente fue vendido por IBM y Trek Technology. Inicialmente estas memorias podían almacenar 8Megabytes de datos. Más de una década más tarde, la capacidad de almacenamiento de estas memorias han sobrepasado los 256 Gigabytes en una solo pendrive.
Estas memorias permiten hasta un millón de regrabación de datos, haciéndolas prácticamente funcionales de por vida. Los modelos más antiguos tenían velocidad de conexión de 12 Megabits por segundo. Mientras que las versiones actuales de USB 2.0, con la tecnología de memoria flash NAND, puede casi llegar a velocidades de alta transmisión de 480 Megabits por segundo, siendo así más de 20 veces más rápido que los modelos más antiguos.
La última versión de las memorias USB, la versión 3.0, permite velocidades de transmisión de datos de hasta 4.8 Gigabits por segundo, y tiene compatibilidad completa con dispositivos con conexión USB 2.0 y puertos con esta conexión. Un cable USB 3.0 o un dispositivo con conexión USB 3.0 se pueden conectar a puertos con la tecnología 2.0, pero la máxima velocidad de transmisión solo funcionará con puertos 3.0.
Algunos modelos USB 3.0 fueron puestos a la venta para consumidores finales en 2010, sin embargo, la adopción de este último estándar todavía está en desarrollo, ya que los nuevos periféricos y placas madre se tienen que adaptar a este nuevo protocolo, y también se tiene que renovar el parque actual de ordenadores para que todos funcionen bajo este standard.
También las memorias usb se han hecho populares en el mercado del regalo promocional al tratarse de un producto altamente personalizable, ya que se pueden marcar con el logotipo de una empresa o crear la forma que se desee, y a un precio muy atractivo como regalo usb promocional. El precio de una memoria usb personalizada parte desde los 2,10 euros (incluida la personalización) para pedidos grandes, a un precio algo mayor para pedidos más pequeños.
También depende del material en el que se ha fabricado la carcasa siendo las metálicas las más caras y las de plástico las más baratas. Te recomendamos que visites nuestra página web www.usbpersonalizado.es para ver los modelos más vendidos y también los más innovadores, como las memorias usb en forma de tarjeta de crédito o las pulseras usb

La evolución de las memorias USB                                            
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Las primeras unidades flash fueron fabricadas por la empresa israelí M-Systems bajo la marca “Disgo” en tamaños de 8 MB, 16 MB, 32 MB y 64 MB. Trek Technology e IBM comenzó a vender las primeras unidades flash USB comercialmente en 2000 que fueron desarrolladas y fabricadas por la compañía israelí M-Systems. La primera unidad flash USB de IBM llegó a estar disponible el 15 de diciembre de 2000 y tenía una capacidad de almacenamiento de 8 MB, más de cinco veces la capacidad de los discos comunes de entonces. Pisón Electronics Corporation afirma haber producido las primeras “flash USB” apodadas “Pen Drive” en mayo de 2001. Estos fueron promocionados como los “verdaderos reemplazos del disquete”, y su diseño continuó hasta los 256 MB. Los fabricantes asiáticos pronto fabricaron sus propias unidades más baratas que las de la serie Disgo.

Las unidades flash USB reemplazaron los disquetes. Son más pequeñas, más rápidas, tienen miles de veces más capacidad y son más duraderas y fiables a causa de su falta de partes móviles. Hasta aproximadamente 2005, la mayoría de ordenadores se suministraban con las unidades de disquete, pero los equipos más recientes abandonaron las unidades de disquete en favor de los puertos USB.

En el 2003 una memoria usb de 16 Mb costaba 20 dolares. En el año 2003 las unidades funcionaban a velocidades USB 1.0/1.1, unos 1.5 Mbit/s o 12 Mbit/s. En 2004 se lanzan los dispositivos con interfaces USB 2.0. Aunque USB 2.0 puede entregar hasta 480 Mbit/s, las unidades flash están limitadas por el ancho de banda del dispositivo de memoria interno. La principal novedad técnica del puerto USB 3.0. es que eleva a 4.8 gigabits/s la capacidad de transferencia que en la actualidad es de 480 Mb/s. Se mantendrá la compatibilidad con las tecnologías USB 1.0 y 2.0.
En la historia de las tarjetas de memoria ha habido muchos contendientes a llevarse el mercado, pero sólo un tipo logró estandarizarse por ser, técnica y económicamente la más viable.
La importancia de las tarjetas de memoria en la era de la foto digital es absoluta, al igual que el carrete lo fue durante la etapa analógica. No se puede concebir el tiempo anterior a los smartphones sin ellas, en los muchos tipos que existían. Pasar de poder disparar 30 fotos a 1000 ó 2000 sin descargarlas fue revolucionario, tanto por la economía como por la posibilidad de dejar de lado preocupaciones e inmortalizar absolutamente cada momento. Para hablar de cómo las tarjetas SD (Secure Digital) y sus derivadas se convirtieron en el estándar de facto, es preciso conocer el contexto previo.
Cuando las cámaras digitales emergieron, no estaba demasiado claro cómo se iban a almacenar las fotografías. El almacenamiento interno, además de muy caro en la época, era minúsculo para las cantidades requeridas. Por ello, las compañías debían buscar soluciones de almacenamiento externas. Pero la época tampoco daba muchas alegrías en ese sentido.
Las primeras apuestas fueron muy conservadoras, con cámaras que utilizaban soportes arcaicos como diskettes, CD-ROMs de tamaño reducido, etc. Sin embargo, desde 1994 existía, por ejemplo, el formato de tarjetas Compact Flash, de tamaño mucho más reducido y con unas posibilidades que han hecho que hoy en día aún esté en uso en cámaras profesionales.
A partir de ahí comenzaron a aparecer diferentes propuestas como SmartMedia, de Toshiba, y Miniature Card, desarrollado por Intel. La primera, que ganó más tracción, se enfrentó a limitaciones como 128 MB, que en su momento era una cifra muy alta, pero a la larga resultaba escasa. Al mismo problema se enfrentó Sony con sus Memory Stick de 1998, por lo que tuvieron que lanzar las Memory Stick Pro.
El triunfo de las tarjetas SD se explica con su tamaño, velocidad, facilidad de extracción y en los bajos precios que aportaba su objetivo universal frente a soluciones propietarias
Para ese momento, ya había sido creada la SD, basada en las tarjetas de memoria existentes MultiMedia Card (MMC) que, pese a contar con un tamaño similar a de las SD actuales, llegó a servir de ampliación en los teléfonos móviles de años posteriores (aunque, sobre todo, con el formato reducido equivalente a las actuales microSD, RS-MMC). Las SD comenzaron a ganar apoyos y a mostrar que los estándares propietarios en este sentido eran absurdos y sólo traían complicaciones para el consumidor. Pese a esto, Olympus y Fujifilm lanzaron otro formato más, xD-Picture Card, que fue el último en caer en batalla debido a su poca representación en el mercado y al alto coste de las tarjetas.
Las tarjetas de memoria SD eran pequeñas, rápidas y permitían capacidades almacenamientos de gran tamaño. Además, cualquier marca podía y puede adoptarlas y el coste para el consumidor es bajo, por lo que este nunca rechazaba modelos por el coste de las tarjetas, que es una situación que llegó a darse cuando adquirir 1 GB de almacenamiento podía suponer un desembolso de 100€. Además, las compañías que forman parte de la SD Association siempre se han encargado de hacer evolucionar el estándar a un buen ritmo.
Adafruit Industries - Flickr.Adafruit Industries - Flickr.
Esto es muy apreciable en el paso del tipo de tarjeta SD a su variante SDHC, que superaba la barrera de los 2 GB hasta los 32, o más tarde con SDXC, que aumentaba el límite hasta 2 TB, una cifra que aún no se ha alcanzado. Lo mismo ocurrió a las tarjetas de pequeño tamaño. Primero fue la miniSD, a la que RS-MMC y Memory Stick Micro intentaron plantar cara. Compitieron en distintas marcas pero el resultado acabó siendo similar al de sus hermanas mayores: la aparición de las microSD acabó con toda la competencia, hasta estos días.
Sobre cuánto tiempo les queda de vida es difícil hacer estimaciones. Parece que en el sector profesional están muy vivas y adaptadas a 4K, 8K y vídeo en 360º. En el sector móvil, terminales como el Galaxy S6 prescindieron de la ampliación por tarjetas, dejando solo espacio para el almacenamiento interno. Este año, una de las bazas del Galaxy S7 es volver a contar con lector de tarjetas microSD. Pese al avance que hay en memorias NAND internas, tiene sentido que las microSD sigan dominando, ya que se generan más datos (vídeo en 4K) que nunca antes.

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